La campaña por el rechazo de la nueva Constitución está en su apogeo, tiene varias facetas, pero su contenido se puede resumir en pocas palabras: intento desesperado por prolongar el estado actual de cosas y los privilegios de medio siglo de neoliberalismo. Más se puede decir sobre los métodos usados para mantener ese status quo: argumentos bombásticos buscando diferencias ideológicas, llamados a la unidad nacional (sin pueblos originarios por supuesto), ataques a las personas, intrigas y mentiras. Y no hablemos del apoyo de policías, fuerzas armadas, grupos armados y delincuentes que disparan contra los manifestantes. Toda una parafernalia de métodos fascistoides o francamente fascista, hoy avanzando -no solo en Chile- haciendo gárgaras con la palabra democracia.
Al respecto, más vale compartir una cita del Premio Nobel portugués José Saramago que, en algún momento escribió: “Los fascistas del futuro no van a tener aquel estereotipo de Hitler o de Musssolini. No van a tener aquel gesto de duro militar. Van a ser hombres hablando de todo aquello que la mayoría quiere oír. Sobre bondad, familia, buenas costumbres, religión y ética. En esa hora va a surgir el nuevo demonio, y tan pocos van a percibir que la historia se está repitiendo”.
Más allá de percibir, es necesario ahora contrarrestar el avance del fascismo. Lo vemos actuando con violencia en Ucrania y en Walmapu. Por decir lo menos. Se le conocen ramificaciones internacionales. Con el imperialismo adjudicándose el rol de árbitro sobre “el nivel de democracia”.
En nuestro pequeño rincón del mundo se ha encendido una luz prometedora. Estamos a menos de dos meses de implantar una nueva Constitución que abrirá el camino a una sociedad diferente, avanzada y humana. Por primera vez, además, depende de nosotros que así ocurra. Depende de si votamos “Apruebo” el 4 de septiembre.
No creo necesario desarrollar en esta nota lo que esa nueva constitución permitirá, más claro queda el tema en la intervención hecha por Guillermo Teillier en la conmemoración de los 110 años del Partido Comunista de Chile que cito aquí: “Sería irracional quedar atrapados en una Constitución como la del 80, que no garantiza los derechos esenciales de las personas, en la que no existe perspectiva de género, ni de la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, que no cautela nuestras riquezas naturales, ni el derecho al agua. Que no reconoce a los pueblos originarios como tales ni sus derechos. Una Constitución que no privilegia la vida digna por medio de salarios y pensiones decentes, o con una atención de salud para todos por igual y de viviendas adecuadas y suficientes. Una Constitución no puede ser tal si no garantiza los derechos de las y los trabajadores, que son la mayoría y constituyen el factor principal de desarrollo. Y menos si mantiene a las regiones en una institucionalidad centralista que no les permite avanzar con esfuerzos y determinación propias.”
Original manera de resumir y explicar lo que la nueva Constitución contiene enumerando lo que la vigente niega.
Espero con estas notas y citas ayudar a comprender el peso de la propuesta convencional que se aprobará en el mes de la patria. La lectura del texto de una Constitución es todo un esfuerzo, son términos y formulaciones a veces incomprensibles, pero es muy bueno saber por qué vota uno. Hoy, se trata de frenar el avance fascista, última defensa del neoliberalismo, y de abrirle el futuro a las nuevas generaciones.
Germán Perotti
Estocolmo 8 de junio, 2022