Lautaro Cotal Rojas
Este mes de junio volvemos a recordar el nacimiento del compañero presidente Salvador Allende Gossens, también se recuerda que este año se cumplen cincuenta años del golpe de estado que inauguró un período oscuro de nuestra historia donde el crimen, la tortura y la desaparición de personas se convirtió en algo de diario acontecer al mismo tiempo que algunos individuos que profitaron de la dictadura aprovechaban el momento para enriquecerse apropiándose de empresas del estado adquiridas a precio vil.
Así ocurrió mientras aquellos que se denominaban a si mismos como “defensa moral de la patria” es decir las fuerzas armadas guerreaban contra un pueblo desarmado vejándolo en el estadio nacional y en otros campos de concentración mostrando al mundo su cobardía. No pasó mucho tiempo para descubrir que aquellos que año a año juran defender con su vida la patria recibían dinero de gobiernos extranjeros para derrocar al gobierno que el pueblo había elegido en las urnas.
Han transcurrido cincuenta años y hoy los partidarios de aquel oscuro período intentan lavar la imagen de quien encabezó aquel golpe tildándolo de estadista no importándoles para nada la profunda huella de sangre que su oscuro paso por el poder ha dejado como herencia maldita para generaciones y generaciones de chilenos olvidando o, mejor dicho, ocultando que a partir de él mismo hasta el penúltimo general en jefe de las fuerzas del ejército de Chile han usado su cargo para enriquecimiento ilícito y personal.
En la búsqueda por tergiversar la historia ha levantado la derecha la teoría de un fracaso del gobierno popular y la derrota de este. Un Allende político y otro mítico. Antes lo hicieron con el llamado plan zeta del que hoy día ni se atreven a nombrar por lo ridículo y por la carencia absoluta de evidencia: un total infundio.
¿Fracaso del gobierno popular? Antes de asumir fue asesinado el comandante en jefe del ejército general Schneider con arma homicida ingresada al país por valija diplomática de los Estados Unidos para impedir que asumiese el gobierno de Allende…
¿Político fracasado? Larga historia como diputado, ministro, senador y gobernante tiene a su haber el compañero Allende a quien con orgullo nombra el pueblo en cada manifestación su nombre coreado por miles y miles que agradecen el medio litro de leche a cada niño, la posta central, hoy privatizada, los policlínicos a lo largo de Chile, las viviendas entregadas durante su gobierno, la nacionalización de nuestra riquezas mineras, Codelco y tantas otras…
¿Derrota? Es derrotado quien combate no quien es traicionado. Derrotado fue el nazismo de quien en su país de origen es castigado con cárcel quien lo reivindique, no es derrotado quien traicionado e investigado como ningún otro gobernante lo ha sido en el país jamás se le ha encontrado algo con el que acusar.
Salvador Allende Gossens es hoy recordado en el mundo entero, su nombre está en plazas y calles de importantes ciudades, universidades, liceos, centros de estudios, su programa de gobierno es motivo de estudio en centros académicos e instituciones políticas, y más impresionante aún su figura es alzada con orgullo por los trabajadores del mundo entero en cada manifestación popular y el canto Venceremos es coreado por miles en diferentes idiomas.
En cambio, el estadista Pinochet según quienes hoy intentan defenderlo yace en el basural de la historia como lo que fue: asesino, ladrón, traidor y cobarde. Tristes adjetivos que decoran su memoria.
Vano intento de quienes pretenden alzarlo como figura digna a seguir. Deberían preguntarse por qué nadie le reconoce lo que ellos argumentan y cuál es el valor que dan a la vida.
Hechos y sólo hechos son lo que es verdad en la historia, no los deseos ni las ganas. La verdad es que quienes argumentan de fracaso y derrota, de político mediocre y mítico no pueden negar el profundo carácter democrático de Allende y sus partidarios quienes jamás han participado en golpes de estado ni en conjuras antidemocráticas como si lo han hecho sus detractores.
Estocolmo, 23 de junio 2023