Por El Sigloago 13, 2021
En el 95 aniversario de su natalicio. El revolucionario, el político, el combatiente, el intelectual, el heredero de Martí, el militante comunista, el internacionalista, el defensor de toda justa causa, el ser humano más extraordinario nacido en Cuba en el siglo XX.
La Habana. Pedro de la Hoz. “Granma”. 13/08/2021. A los 19 años de edad, con el título de Bachiller en sus manos, en el anuario de los egresados del Colegio de Belén apareció una mención singular, diríase una premonición: “Ha sabido ganarse la admiración y el cariño de todos. Cursará la carrera de Derecho y no dudamos que llenará con páginas brillantes el libro de su vida. Fidel tiene madera y no faltará el artista”.
El artista no faltó y, a la vuelta de unos pocos años, Fidel Alejandro Castro Ruz se hizo Fidel. El revolucionario, el político, el combatiente, el intelectual, el heredero de Martí, el militante comunista, el internacionalista, el defensor de toda justa causa, el ser humano más extraordinario nacido en Cuba en el siglo XX.
Fidel es y está. Lo supo y lo saben millones de compatriotas y personas a lo largo y ancho del mundo, y hasta el propio enemigo tuvo que reconocerlo. “Debemos estar seguros de un hecho: Fidel Castro posee esas cualidades indefinibles que le permiten ser un líder de hombres. Independientemente de lo que pensemos de él, será un factor clave en el desarrollo de Cuba. Tiene la potestad del liderazgo”.
Esto lo escribió el político estadounidense Richard Nixon, a la sazón vicepresidente, en un informe remitido al entonces mandatario Dwight Eisenhower, en 1959, mientras incubaban los planes de agresión y bloqueo más pérfidos y persistentes que conozca la historia moderna.
Cada contemporáneo suyo tuvo un Fidel para sí: el Comandante, el Uno, el Jefe, el Gigante, el Iluminado, epítetos prodigados en el tiempo.
En la anticipación poética del Che Guevara, al partir juntos en el yate Granma, cuando lo llamó “profeta de la aurora”.
En los versos del argentino Juan Gelman: “Dirán exactamente de Fidel / gran conductor el que incendió la historia etcétera / pero el pueblo lo llama el Caballo y es cierto / Fidel montó sobre Fidel un día / se lanzó de cabeza contra el dolor, contra la muerte”.
En la sustancia épica del chileno Pablo Neruda: “Fidel, Fidel, los pueblos te agradecen / palabras en acción y hechos que cantan…”.
En el son intrépido de Nicolás Guillén: “El pueblo canta, cantó / cantando está el pueblo así / vino Fidel y cumplió / lo que prometió Martí”.
Jóvenes que no lo conocieron de modo directo se acercaron luego a él con una frase: “Yo soy Fidel”. No es consigna que revele pleitesía circunstancial, sino proyección requerida de impulso y fertilización.
“Fidel es Fidel”, dijo Raúl en su día, y lo será. El de la rara facultad, avizorada por el amigo argelino, de viajar al futuro, para luego regresar a contarlo. Muchos y uno. Todos y uno. Un pueblo, un país, un camino, una vocación.
Santiago de Cuba. Eduardo Palomares Calderón. “Granma”. 13/08/2021. Nada convoca tanto como el espíritu de lucha, la sensibilidad y dignidad, legados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de ahí que en su 95 cumpleaños recibiera el tributo de los cubanos, en la ofrenda floral que a nombre de su pueblo fuese depositada este 13 de agosto ante la roca monumento que lo inmortaliza, en el cementerio Santa Ifigenia, de esta ciudad.
Para Cuba y el mundo compartió ese sentir el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en Twitter: Como mejor discípulo de José Martí, Fidel aprendió e integró a su conducta cotidiana la máxima de que el mejor modo de decir, es hacer, y así sobrevivió a su obra, pensó, organizó la Revolución, la encabezó, luchó, triunfó.
Le entregó la dignidad al país -añadió en la propia red social-, forjó una obra emancipadora, estableció una esperanza para la humanidad, enfrentó resueltamente y de manera invicta al imperialismo y creció con su pueblo y su Revolución.
Que un país bloqueado hasta límites perversos -enfatizó en un tercer mensaje-, haya desarrollado 5 candidatos vacunales, planteándose producir dosis suficientes para inmunizar a toda su población es más que una luz al final del túnel. A esa proeza nuestro pueblo le ha puesto un nombre: ¡Fidel Castro Ruz!
Bajo la pertinaz llovizna dejada por la depresión tropical Fred, y quizás a modo de remembranza sobre las inclemencias del tiempo compartidas en la Sierra Maestra, correspondió al fiel compañero de luchas Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, junto al máximo dirigente del Partido en la provincia, Lázaro Expósito Canto, la colocación de la corona frente al monolito.
En tan sagrado sito de la patria, que cada vez se acerca más a los dos millones de visitantes en menos de cuatro años, imposibilitados ahora a causa de la COVID-19 del masivo homenaje de los santiagueros, la limitada representación encabezada igualmente por la gobernadora del territorio, Beatriz Johnson Urrutia, le dedicó a Fidel rosas de agradecimiento y amor.
Miguel Díaz-Canel
Primer Secretario del Comité Central
Partido Comunista de Cuba.
Estimado compañero:
A nombre de todos y cada uno de los militantes del Partido Comunista de Chile, queremos transmitirle nuestro saludo a usted, al pueblo y al gobierno cubano, en la conmemoración del 95 aniversario del nacimiento del Comandante Fidel Castro Ruz.
El compañero Fidel fue un tenaz luchador antiimperialista, abogó incansablemente por los derechos de los y las trabajadoras tan pisoteados en muchos países de nuestra América morena y del resto del mundo; comprometido con las causas justas en cualquier rincón del planeta, defendiendo el derecho de los pueblos a su autodeterminación y en contra de la injerencia del imperialismo en los asuntos internos de nuestros países, haciendo suyo el legado del apóstol y héroe cubano José Martí de crear una gran patria latinoamericana.
Su historia de vida, su mente preclara y su consecuencia revolucionaria es una guía para los revolucionarios de todo el mundo que siguen y seguirán su ejemplo. La brillante participación de la delegación cubana en los juegos olímpicos de Tokyo, dejó de manifiesto los principios y valores que distinguen a la Revolución Cubana, que junto a otros revolucionarios Fidel forjó.
El Comandante Fidel nació para quedarse para siempre en el corazón, el pensamiento y la acción de los hombres y mujeres que luchan por un mundo de igualdad, en el que se haga realidad el sueño de justicia y fraternidad que la humanidad se merece.
Revolucionariamente,Comité Central
Partido Comunista de Chile.