Jueves 18 de Abril del 2024

Dos editoriales falaces y contra históricos

 

Dos editoriales falaces y contra históricosDos editoriales falaces y contra históricos

El mismo día, El Mercurio y La Tercera publican coincidente postura para instalar argumento distorsionador que exculpa a la derecha y enmarcar el 5 de octubre.

Joaquín González. Periodista. Este domingo, de manera paralela, pero que da cuenta de cómo los sectores conservadores coinciden  en su agenda comunicacional, los diarios El Mercurio y La Tercera dedican sus editoriales al tema del plebiscito del 5 de octubre de 1988 y la celebración o conmemoración que se efectuará el próximo viernes, a 30 años del suceso.

Aunque parezca redundante y majadero, vale la pena desglosar y comentar lo que afirman estos periódicos y que permite situar los textos en la instalación de argumentos distorsionadores sobre el hecho que significó, en lo sustancial y gravitante, el triunfo de la voluntad ciudadana por poner término a la dictadura cívico-militar (1973-1990).

Son dos editoriales que, como se verá, van en la línea argumental de la derecha y del Gobierno conservador, de reivindicar al “gobierno militar” y la Constitución de 1980 que, como se sabe a costa de documentación histórica, fue un fraude que incluyó el que se sometiera a votación sin registro electora ciudadano, y un itinerario establecido por los sectores más conservadores del país.

Es bueno recordar que los editoriales los escriben periodistas o ejecutivos de ambos diarios después de reuniones de equipos editoriales y siguiendo directrices políticas (algo que hacen todos los medios, por lo demás). Entonces, no es menor que ambos textos sintonicen con lo que está planteando la derecha y particularmente el Presidente Sebastián Piñera sobre cómo llegar a este 5 de octubre.

Ni dictadura, ni dictador

Lo primero es que -en la aseveración de que forma es fondo- ni El Mercurio ni La Tercera, al hablar de ese periodo, definen como dictadura a la dictadura, ni como dictador a Augusto Pinochet. Hablan de la existencia de un “régimen militar” o de un “régimen autoritario”. Prevalece el temor o la omisión en cuanto a la caracterización del periodo. Para el primero de los diarios, lo significante es que se trata “del general Pinochet”.

Los dos medios hacen prevalecer que esa fecha marca el inicio de otra etapa política en el país, y no que se trató de la derrota de la tiranía. Y que en eso cumplieron un rol positivo tanto las fuerzas opositoras a los militares, como la derecha.

El Mercurio describe que se trató de la “exitosa transición que tuvo lugar desde el régimen militar a la plena democracia”. La Tercera es más explícita en esa teoría. Indicó que el plebiscito “marcó el inicio de la transición a la democracia”.

Triunfaron los del SI y los del NO

El Mercurio hace un ejercicio hábil para endosar tácitamente tanto a partidarios de la dictadura como a opositores el triunfo del NO (un ejercicio notablemente falaz). “…El acatamiento de su resultado representa también el triunfo de los que propugnaban un camino reglado y pacífico de transmisión del poder luego de 17 años de régimen militar”.

Claro, reglado por la Constitución de 1980 y consagrando uno de los caminos pavimentados por la derecha, marco en el que forzada pero voluntariamente, se tuvieron que meter las fuerzas democráticas y progresistas. Por cierto, se sigue omitiendo la presión del Gobierno de Estados Unidos respecto al resultado. Pero lo principal es que se insiste en que “el triunfo” fue de todos.

En esa línea, acentuando esa tesis y, sobre todo, despreciando que haya una reivindicación de los sectores antidictatoriales y democráticos por el logro de que venciera el NO contra la dictadura, el editorial de La Tercera sostuvo: “Limitar la discusión a quienes apoyaron o no la opción ganadora termina acrecentando las divisiones en lugar de fomentar los espacios de unidad republicana”.

Es decir, olvidar que la derecha y los conservadores respaldaron la continuidad de la tiranía y celebrar quienes hicieron el logro del NO, no es una actitud republicana.

Tan así es el pensamiento de La Tercera (es decir, de sus dueños, director, editores y quienes elaboran la línea editorial) q      ue planteó en el escrito que “hace 30 años se inició un proceso del cual han sido partícipes tanto el oficialismo y la oposición y que ha permitido que el país goce de plenas libertades, experimentando importantes avances económicos, políticos y sociales”.

Bueno, a parte de los discutible de esos “avances” (ubicándose Chile entre los diez países más desiguales del mundo y con una Constitución restrictiva de derechos sociales) decir que tanto la derecha como el sector democrático y de izquierda compartieron hace 30 años un mismo propósito, es actuar como un embustero. Indicar que desde esa fecha había un compromiso compartido de todos por llevar al país a un proceso democratizador, es darle la espalda a la verdad histórica.

En definitiva, según El Mercurio y La Tercera, al final de cuentas, ese octubre de 1988 todos -incluidos los partidarios de la dictadura como los opositores a la dictadura- estaban de acuerdo en dar el paso “reglado” y “pacífico” para que se iniciara una transición a la democracia.

Es falaz y mentiroso, porque la derecha en ese momento planteó:

1.- La defensa de la dictadura.

2.- La continuidad de la dictadura, lo que incluía que siguiera siendo Presidente el Capitán General Augusto Pinochet.

3.- Que si ganaba el NO, vendría el caos, el desorden, la violencia, la crisis económica. (Se puede leer la reciente declaración del actual ministro de Justicia, Hernán Larraín, militante de la UDI que votó SÍ).

4.- Que la transición debía ser conducida por Pinochet y darle continuidad al régimen militar, institucional y económicamente.

5.- Que no existía la violación a los derechos humanos, que había una campaña del “comunismo internacional” en contra de Chile y que los militares mantenían el orden y el progreso en el país.

En definitiva, y contrario a lo que sostienen los dos periódicos conservadores, la derecha llamó a votar SI, lo que significaba votar por evitar y frustrar, precisamente, todo lo que pasó después. Si ganaba el SI, no había -buena o imperfecta- transición a la democracia.

¿Alguien podría imaginar el destino de las fuerzas democráticas, de las organizaciones sociales y sindicales, de los partidos políticos, de las y los ciudadanos que votaron NO, si hubiera ganado el SI de la dictadura y la derecha?

Como se ve, ante este hecho histórico que marca un triunfo democrático y una derrota de la dictadura, que señala el inicio de un periodo de transición democrática contrario a la estrategia de la derecha, es legítimo que celebren quienes tengan que celebrar y desechar estas tesis de supuesto compromiso y logro compartido.

Como no podía faltar, El Mercurio hace una referencia al Partido Comunista que, de acuerdo a los datos históricos y declaraciones de sus dirigentes, es también falaz, aparte de una omisión nada gratuita.

En relación a lo que será la celebración del triunfo del NO, los autores del editorial señalaron que “una de las mayores controversias parece centrarse hoy en el intento de asumir un papel protagónico en esa celebración por parte de agrupaciones de izquierda -como el Partido Comunista- que no creían en ese camino y promovían la violencia como modo de terminar con el régimen militar”.

¿Alguna referencia de El Mercurio a la violencia de ese régimen militar? ¿Alguna referencia a que en esa fecha el PC ya tenía más de 500 militantes ejecutados y desaparecidos? ¿Alguna indicación a que los comunistas habían planteado una política de rebelión popular contra una tiranía que desarrolló el genocidio, crímenes de lesa humidad y sistemática violencia a los derechos humanos? ¿Alguna alusión a las declaraciones de dirigentes comunistas de la época llamando al pueblo a inscribirse en los registros electorales y a votar NO? Nada. Del aire el PC le dio por aplicar la violencia. Pueden escribir el director o editores de ese diario algo en contra de esa política, pero hacer las omisiones y descontextualizaciones que hacen, y decir que el PC no creía en el camino del plebiscito, es faltar a la verdad y al respeto a los lectores.

Sobre la contingencia, no fueron dirigentes comunistas los que hicieron o siguen haciendo declaraciones excluyentes sobre actividades de celebración del 5 de octubre. Los propios diarios El Mercurio y La Tercera presentan largas entrevistas y artículos sobre el plebiscito donde están excluidas vocerías de la izquierda y del PC. ¿Dónde hay una prueba de que el PC quiere asumir “un papel protagónico”? Para mayor dato, leer las recientes declaraciones a la prensa y artículos de Guillermo Teillier y otros dirigentes comunistas.

No se pueden construir editoriales en base a tanto embuste y distorsión. Una cosa es expresar una línea editorial y otro es editorializar en base a la falacia.

elsiglo.cl

 

 

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