Por admin / 27/08/2021
Guillermo Teillier entró a la competencia por un cupo en la Cámara Alta. De lograrlo, terminaría con 48 años de ausencia comunista en esa instancia. “Lo acepté como un desafío, no es el primero ni el más complicado que me toca asumir”, confesó en entrevista, e indicó que “nuestro propósito es llevar las propuestas de cambios que Chile exige, con la consecuencia y compromiso demostrado”.
Hugo Guzmán. Periodista. “El Siglo”. Santiago. 27/08/2021. Hace 48 años que el Partido Comunista de Chile (PC) no está en el Senado. Fue expulsado de ahí por la dictadura cívico-militar. Luego, en la era pos dictatorial, el sistema electoral binominal marginó a la colectividad de esa posibilidad. Este año, en las elecciones de noviembre próximo, se abre la posibilidad de que las y los comunistas tengan representación en la Cámara Alta y para eso lleva ocho candidaturas.
Una de ellas es la del actual diputado y presidente del PC, Guillermo Teillier del Valle, quien compite por un cupo senatorial por la Región Metropolitana, en una de las llamadas batallas cruciales de las parlamentarias. Va acompañado en la circunscripción por la ex ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual.
Un desafío político y electoral. Tanto en la oposición como en el oficialismo coinciden en que este es uno de los retos altos del Partido Comunista y específicamente de Guillermo Teillier.
Quisiera partir con una pregunta particular. ¿Por qué su decisión de postular al Senado, cuáles son sus objetivos de llegar a la Cámara Alta?
Fue una propuesta que partió de los Comités Regionales del partido, de la Región Metropolitana y aprobada por el Comité Central. Lo acepté como un desafío, no es el primero ni el más complicado que me toca asumir. Quiero contribuir a terminar con la exclusión del PC del Senado y puede que esta sea la última oportunidad, porque si la Convención Constitucional aprueba un Parlamento unicameral, podría desaparecer. Y nuestro propósito es precisamente llevar al Senado las propuestas de cambios que Chile exige, con la consecuencia y compromiso demostrado. La lealtad absoluta a las luchas y anhelos de nuestro pueblo.
En la Región Metropolitana, por donde usted va, hay buenas candidaturas de la oposición y el oficialismo. ¿Ve una batalla electoral dura, difícil?
Todas las batallas electorales lo son y ésta por supuesto. Pero junto a Claudia Pascual tenemos capacidad, disposición y apoyos electorales de base que nos permitirían alcanzar el objetivo.
Cuando se inscribió, se dijo que la trabajadora Fabiola Campillai podría arrastrar votos y que eso podría afectar específicamente a Apruebo Dignidad. ¿Coincide con esa apreciación?
Bueno, hay mucho esmero, en ciertos medios, de dejar establecido que la candidatura de Fabiola Campillai nos podría restar posibilidades a Apruebo Dignidad. Creo le resta más, al igual que nosotros, a partidos de derecha y de la ex Concertación. Ellos bajaron en votos, nosotros subimos en votación, con la Lista del Pueblo presente. Y así va a ocurrir ahora, ya no con la Lista del Pueblo, sino candidaturas independientes como esta.
Con usted, Daniel Núñez, Claudia Pascual, Jean Cademartori y otras y otros candidatos se está abriendo la posibilidad de que después de 48 años el Partido Comunista vuelva al Senado…
Espero que así sea, con el trabajo conjunto de nuestro partido, militantes, adherentes e independientes, cada vez más presentes en nuestras luchas electorales. Y también con nuestra incidencia y presencia social y cultural y nuestra participación en la lucha por demandas populares.
Hace un par de meses, cuando empezaba esto de construir la lista parlamentaria, se decía que el Partido Comunista estaba pensando en la conveniencia de ir o no junto al Frente Amplio, o ir como Chile Digno. Finalmente se dio la lista única de Apruebo Dignidad. ¿Cómo caracterizaría la composición de esa lista, qué atributos le ve, qué significancia política tiene?
Se impuso el criterio de unir para vencer. Tenemos al frente dos conglomerados competitivos que van en listas únicas y no podíamos menospreciar el factor electividad. Pero también tuvimos en consideración factores políticos que potencian la candidatura presidencial. Una sola lista parlamentaria resulta más incidente a la hora de impulsar medidas antineoliberales, tanto durante la campaña como posteriormente en el proceso legislativo. Para hacer frente a la crisis social que debe asumir el nuevo Gobierno y atender efectivamente las necesidades del pueblo, se necesita el máximo de fuerzas que podamos acumular. Si bien lo decisivo es la movilización social, esta debe tener un correlato en el Parlamento.
¿Cómo Partido Comunista quedaron totalmente conformes o tuvieron costos?
Estamos conformes con nuestra presencia en la lista. No veo costos. Y, además, constituimos una lista de Cores con el Partido Igualdad, que mantiene abiertos lazos de propósitos comunes, que se han expresado en Chile Digno.
La derecha entra nerviosa a la elección parlamentaria, la ex Concertación con varios problemas, ¿esto abre la puerta a que la lista de Apruebo Dignidad será ganadora de las parlamentarias o volverán a ser la derecha y los ex concertacionistas?
Somos una lista muy competitiva. Si trabajamos bien, nos puede ir bien. Las condiciones están.
¿Se logró un buen acomodo entre la lista y la candidatura de Gabriel Boric, el candidato presidencial de Apruebo Dignidad?
Sí, estuvo atento a las negociaciones, sin inmiscuirse, pero sí a la hora de desatar nudos. Finalmente no hubo contradicciones mayores.
Hay enormes posibilidades de que Boric gane la presidencial y que Apruebo Dignidad tenga un positivo resultado en las parlamentarias. Eso significaría un segundo Gobierno donde estarían los comunistas y con un PC con buena representación en el Parlamento. ¿Cómo ve usted el posicionamiento que podría esperar a las y los comunistas?
Si entráramos, sería un cuarto Gobierno. Vayamos con calma. Haremos buen uso de nuestras experiencias positivas y negativas, hay cosas todavía por definir. El mejor posicionamiento que puede alcanzar el Partido Comunista, estará en primer lugar al servicio del pueblo y los trabajadores y trabajadoras, en cualquier lugar que nos encontremos.